Este post se lo quiero dedicar a los alumnos de Canarias, Madrid y Alcobendas, que han realizado conmigo durante este año un curso sobre Dirección y motivación de equipos, porque cada uno de ellos me inspira y me ayuda a conocerme más; me anima a seguir explorando y aprendiendo de los límites propios y ajenos.
Dirigir y motivar un equipo de trabajo es un reto diario que lo llevamos mejor cuando
lo afrontamos con ilusión, entusiasmo y cuando tenemos nuestro filtro cargado en positivo.
Nuestra actitud interior positiva es fundamental para comunicarnos de forma eficaz con nuestros colaboradores. Comunicamos nuestra actitud interior hacia el personal a través de nuestra presencia, palabras y actos. Conscientemente o no, los demás interpretan todo lo que decimos y hacemos como el reflejo de una actitud positiva o negativa. Desarrollando una actitud positiva consciente, podemos transmitirles un marco mental positivo, que a su vez transmitirán a otros, ampliando así nuestro círculo de eficacia con un “efecto multiplicador”.
¿Quién dijo que es fácil ponerse en la piel o posición de otra persona? Si en ocasiones nos sentimos incomprendidos, esto probablemente significa también que a veces comprendemos mal a los demás. Como líderes tenemos la responsabilidad de dar ejemplo, conocer a nuestro personal y superiores y prestarles la atención necesaria escuchándoles, para poder ejercer una influencia positiva en ellos. A nosotros también nos cuesta recibir influencias de aquellos que son ajenos a nuestras actitudes y sentimientos. ¿Vamos a hacer lo mismo?
Te propongo hacer algo distinto, que des tú el primer paso, de forma proactiva anticipando el cambio, dando ejemplo y abriendo una posibilidad de reacción distinta en la que tú eres el protagonista. ¿Te animas?

 

va es fundamental para comunicarnos de forma eficaz con nuestros colaboradores. Comunicamos nuestra actitud interior hacia el personal a través de nuestra presencia, palabras y actos. Conscientemente o no, los demás interpretan todo lo que decimos y hacemos como el reflejo de una actitud positiva o negativa. Desarrollando una actitud positiva consciente, podemos transmitirles un marco mental positivo, que a su vez transmitirán a otros, ampliando así nuestro círculo de eficacia con un